sábado, 14 de marzo de 2009

Día de la tortilla

Cada 9 de marzo se celebra el Día de la Tortilla en la ciudad de Fuenlabrada, en la cual yo resido y vivo. Lo típico por parte de todos los fuenlabreños es comer tortilla en el campo durante el día, y lo típico de la mayoría de los jóvenes es faltar a clase aun siendo día lectivo e ir a divertirse con los amigos al campo.
Ahora yo debo dar mi opinión al respecto, aunque creo que no soy la persona mas objetiva para juzgar este acto, ya que yo mismo hago estos hechos que hacemos los adolescentes este día. Así que por supuesto que me parece bien lo que hacemos, ya que sólo es un día al año, el cual aprovechamos la festividad de Santa Juana y nos dirigimos al campo a pasar un buen día.
Cierto es que faltamos a clase, pero si comparo un sólo día en el que se pierde una clase, comparado con un buen día de pasarlo bien con los amigos, no tiene tanta importancia el hacer pellas. Los profesores dan clases a sus alumnos durante más de 150 días al año, ¿tan grave es que perdamos un sólo día de enseñanza y ganemos un buen día para recordar en nuestras vidas?
Somos criticados por faltar a clase y decidir hacerlo por diversión, una diversión que bastante gente consigue bebiendo algo de alcohol. Y digo yo... ¿qué importará de qué manera nos divirtamos, siempre y cuando lo hagamos con control y con respecto por el entorno? Un niño pequeño se divierte con un sonajero, ¿por ello ha de ser criticado pudiendo divertirse con cosas que, en teoría, deberían ser mejores que entretengan más u otras cosas que le hagan aprovechar mejor el tiempo? Lo importante es que las personas obtengan diversión como ellas mismas prefieran, no de la formas más o menos intelectual o madura que la obtengan, siempre y cuando no se realice graves daños a nadie física o psicológicamente.
Además, los profesores cuentan con más horas libres que yo creo que agradecerían por mucho que disfruten de su trabajo. Por todas estas razones creo que este día no debería ser lectivo, sería como legalizar algo que todo el mundo hace, que no hace daño a nadie y que todo el mundo sabe y se permite que se haga.

Hoy en día tenemos este día de la tortilla una vez al año. Todas las personas que van a pasárselo bien por ahí faltando a clase han ganado una buena experiencia la mayoría y estoy seguro que prácticamente todos siguen creyendo que merece la pena haber faltado a clase. No se me ocurre ni una sola razón para decir que lo que se hace durante este día está mal, porque si estuviera mal que todos ganásemos un buen recuerdo pasándolo bien, no merecería la pena estar en este mundo y hacer todas las cosas "bien".

1 comentario:

Enrique P. Mesa García dijo...

Luego, ¿es mejor pasarlo bien que aprender? ¿Es lo prioritario ser feliz?