viernes, 27 de febrero de 2009

La eutanasia

Bien, hoy me toca exponer mi opinión sobre la eutanasia, y para ello, debo de apoyarme en el caso de Eluana Englaro, que para el humilde lector que desconozca de qué trata dicho asunto, le haré el favor de resumirlo un poco:
Es el caso de una chica italiana, la cual se encontraba en un coma irreversible dictaminado por los médicos durante 17 años. Seguía "con vida" gracias a que era alimentada e hidratada artificialmente por máquinas. Su padre quería desconectarla de la máquina, pero los políticos del país no estaban muy de acuerdo con la eutanasia y por ello hubo diversos conflictos. Al final el padre consiguió dejar de proporcionarle a su hija la alimentación e hidratación necesarias, haciendo que ésta muriera.


Lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en encontrarme yo en la situación del padre, es que nunca podría desconectar a mi hija o a cualquier ser tan querido que tuviera esa desdicha. Probablemente la mayoría de la gente debe opinar lo mismo cuando piensan en algo así. Lo curioso es el escaso tiempo que puede llevar esa reflexión, o que por lo menos me ha podido llevar a mí, no creo que supere los 3 minutos. Si se piensa más detenidamente uno sabrá que el padre ha tenido que plantearse esta decisión durante más de 3 minutos, durante 17 años, más de 6200 días y más minutos que son aún.
Estoy totalmente convencido que no podría aguantar el que cada noche que me acostara y pensara yo en ese ser tan querido, una pequeña y dulce esperanza se me pasara por la cabeza... y que en cambio, al despertar al día siguiente, comprobara con rabia y dolor que esa esperanza se ha fugado. Aguantar esa rabia y ese dolor 6200 veces me parece demasiado, no podría ni aguantarlo 500 veces si quiera. Por ello, al pensarlo más detenidamente, estoy completamente de acuerdo con la decisión del padre si me pongo en su lugar. Yo haría lo mismo, y más que nada lo haría por egoísmo puro y duro. Incluso me atrevería a decir que podría desconectarla en un día que tenga un arrebato de ira y dolor, aunque aún no me hubieran certificado que el estado de coma en el que se encuentra fuera permanente.

Ahora, hay casos y casos. En esta situación estoy de acuerdo con la eutanasia, pero puede que en otros no. Claro está que no voy a plantear todos los casos que pueda haber y exponer mi opinión al respecto, ni tampoco voy a dejar como respuesta un simple "depende...". Creo que voy a usar una opinión media más bien. Estoy a favor de que sea legal la eutanasia pero que tenga ciertas condiciones no muy exageradas, como por ejemplo, que se haga un breve seguimiento del caso por parte judicial, demostrando que es cierto que el coma es irreversible o un mínimo de tiempo que lleve el paciente en ese estado, ya que tampoco estoy a favor del asesinato. Lo demás deben escoger los familiares según su situación, pero que puedan escoger libremente, sin que ningún político les diga si deben dejar morir o no a sus familiares, cuando probablemente ellos hayan hecho quizá un poco más de reflexión que la mía, quizá llegue a unos pocos días, pero no los 6200 que ha tenido que soportar el padre de Eluana y que otros tantos días que mucha más gente en estas situaciones debe soportar.